viernes, 10 de septiembre de 2010

La primera vez... revelando una película fotográfica :D

Fue divertidísimo tomar fotografías. Elegir qué fotografíar, la luz, la velocidad (o en mi caso automática o bulbo), el plano; enfocar y luego cracksh! dentro de la cámara se guardó un recuerdo.
Pero nuestra generación se acostumbró a la inmediatez; empero, esta ocasión nos fuimos a casa con la intriga de saber si nuestras fotografías quedarían bien. ¿mucha luz? ¿poca luz? ¿quedó bien el congelado? ¿y el barrido? S:

Viernes, volvemos al laberinto negro (mmmhmh) del laboratorio de foto. No sé si realmente hacía mucho calor o la emoción ya hacía de las suyas. Vimos cómo haríamos la dificil labor de deshacernos de nuestra vista por un rato para poder ver nuestras fotos por largo tiempo.
La luz se apagó y entre juegos y chistes comenzamos a trabajar. Fuimos ciegos por veinte minutos, una que otra mancha delataba que un compañero pasaba cerca. Mientras sacaba la película de mi lata, me acordaba de lo que, según un artículo de Intermezzo, F. Chopin recomendaba a sus alumnos: estudiar a oscuras, sólo el tacto que percibe las teclas del piano y los oidos atentos a la música que produce. A la par que la enrrollaba en el carrete, nerviosa ante el peligro de maltratarla y echar a perder mi trabajo, me daba cuenta que realmente hemos olvidado los demás sentidos ante el fenómeno del homo-video. Fue fantástico "ver" lo que hacía tan solo con el tacto.

Risas en todos lados; Joseduardo histérico, Ximena al punto del llanto porque creeía estar enrollando mal, Ricardo reclamando su inocencia, Cristi plática que plática, yo contagiada de las bromas de Paulina (o.0 o no era broma?). Veinte minutos después, volvió la luz. Fue casi triste dejar de ver con la piel para regresarle la tarea a la retina.

El señor del tiempo, osea Joserduardo, alertaba sobre poner o retirar el químico, darle la vuelta al tanque de revelado o dejarlo un rato de lado. Para cuando el segundo equipo estaba revelando, él ya se había memorizado qué químicos y qué tiempos van en cada paso. (D: ¿quién le quiere quitar la chama a Memo?)

Finalmente el foto flu llenó de espuma el misterioso tanque... se llenó de agua y el químico burbujenate se fue por la coladera... tres... dos... uno... ¡Nuestras fotos!
"Mira: ahí está Michel... Weraaa mira aquí sales!... Dónde estoy yooo? Memooooo mira quedó bien el barridooooo!" Se escuchaba en todo el pasillo. Unas cortinas de película adornaron el sobrio laboratorio.

Después de cortarlas de seis en seis, las guardamos en donde pudimos, portanegativos o cuadernos daba lo mismo. Salimos con una gran sonrisa, con algo nuevo aprendido, con una nueva forma de -decir- casi concretada. Ahora tenemos la intriga de cómo se verán una vez que estén en papel... :D

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